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BMW vs HONDA

 El post mas deseado. Alemania contra Japón. La reina de las maxitrail enfrentada a su más directa y dura competidora. Los dos modelos top venta dentro de la gama trail.


BMW R1200GS Adventure VS HONDA Africa Twin Adventure Sports


Muchos sois los que me preguntáis, ahora que tengo estas dos motos, que voy a hacer con ellas. Cual me gusta más o con cual me quedaría si me deshiciera de una de ellas. Cuando respondo rápido y breve -Disfrutarlas-. La siguiente cuestión de inmediato es -¿Para qué quieres dos motos iguales?-. 
A continuación te voy a explicar desde el punto de vista de un usuario normal y corriente, sin idea de mecánica, las sensaciones que me aporta una y otra y finalmente con cual me quedaría o, cual de ellas me gusta más.

Buri, la BMW R1200GS Adventure tiene un motor de 1170cc y 110cv y es del año 2012, mientras que Farah, la HONDA Africa Twin Adventure Sports es de 2018, tiene un motor de 998cc y 95cv.
Sus pesos declarados son 256kg para la BMW y 243kg para la HONDA.
Puedes buscar el resto de datos en internet si quieres ver mas diferencias técnicas entre ambas.

BMW R1200GS Adventure

Buri es una moto dócil, con un motor suave en carretera pero un poco mas tosco en parado que te transmite todas las vibraciones del antiguo bóxer refrigerado por aire. Acelerarla en punto muerto es sentir todo su poderio desde los brazos hasta la entrepierna. Circulando vibra, pero es una vibración suave y, cuando su motor ha calentado bien y recorrido unos cuantos kilometros esa suavidad se convierte en una autentica delicia; tanto sentirla como también oirla. Se nota que está pensada para devorar kilómetros.

Es progresiva cuando le das gas, respondiendo rápido y lineal, levantando su morro a cada golpe de gas. En ese momento la loba se despoja de su piel de ovejita, rutera y de pureta, su interior ruge y su corazón te da la fuerza y potencia que tiene. Pero no vayas a pensar que se desboca como un caballo sin control. Ella hasta para eso tiene clase y despues de enseñar los dientes levantando su morro y avisando, gruñe suave, grave y no se despeina al sobrepasar de los limites legales de velocidad.

Yo no soy un motero offroad. Diria que casi la totalidad de mis kilometros son por asfalto aunque bien es cierto que alguna que otra vez he pisado lo marrón. Con mas atrevimiento que conocimiento. La BMW se comporta bien sobre este terreno con un piloto mediocre sobre ella, aunque creo que no es del todo lo suyo, por peso y dimensiones. Aunque creo que con conocimientos y práctica y, pensando lo mismo de su fisionomia, se desenvolvería sin mayores problemas. Por supuesto hablo de trail no de enduro. Pues creo que ninguna de las dos, con sus pesos y dimensiones, esta pensada para comerse lo que puede una 250cc, 350cc, etc.  Aunque es cierto que el piloto, es el piloto. En lo «negro» va sobre railes y su paso por curva es espectacular. Conducirla es muy fácil y como solemos decir los moteros «entra sola», tumbas y parece que ella se encarga del resto. Las curvas enlazadas tampoco son mayor problema porque en movimiento se muestra muy ligera y levantarla y tumbarla al otro lado es mas un baile que un esfuerzo.

El asiento es confort, blandito y ancho. Puedes estar sobre el bastante tiempo sin desear hacer «una parada técnica». Así que imagina,  sentarte sobre ella es sinónimo de comodidad. Su depósito se eleva bastante por encima del asiento lo que hace que te sientas parte de ella. La colocación estructural del manillar y su anchura añaden comodidad al conjunto con una postura natural y relajada.

En general la BMW es una moto polivalente, fuerte, rutera, devoradora de kilometros y muy muy confortable. Sobre ella me siento una parte mas del conjunto; «soy parte de la moto, la moto es una parte mas de mí».
A parte del sentimiento y el vínculo que tengo con ella. Es una moto que por sus características y, mis proyectos, ideales y sueños nunca vendería porque se ajusta a la perfección a todos ellos.

HONDA Africa Twin Adventure Sports

Farah da la sensación de ser mucho más ligera. Tiene una batalla mas larga que la de Buri y a pesar de esa diferencia de longitud se muestra mucho mas ratonera en atascos o el denso trafico de la ciudad.
Su motor se nota «japones», suave a la par que deportivo y rápido. Yo siempre digo que Farah es un misil, aunque me parece menos progresivo que el de la BMW. Agotado tarda unos segundos mas en responder pero cuando lo hace se dispara y da la sensación de enseñar los dientes, levantar los labios y hasta echar espuma por la boca.  En ningun caso te da la sensación de perder su control pero, si vas a realizar un adelantamiento ten en cuenta que si la dejas agotadar igual tengas que bajar un cambio para que enseñe sus colmillos. Eso sí, luego agarrate fuerte porque ella no entiende de medias tintas.

La Honda no va sobre railes, ella te hace trabajar su paso por curva, no es complicado pero eres tú el que decides el «pre», «durante» y «mediante». En carreteras reviradas es un juguete ágil, que se levanta y tumba a un lado y otro con asombrosa facilidad. Con su «menor manejabilidad» por decirlo de alguna manera, te hace sentir un poquito más motero, más piloto.
De todos modos, habiandola usado tambien sobre lo marrón creo que este es su territorio. No te digo que sea una moto exclusivamente offroad ni muchísimo menos, de echo no lo creo así, pero es cierto que sobre lo marrón se desenvuelve de una manera soberbia. Y te lo digo yo que no controlo mucho. Si hiciera una comparación diría que las facilidades que te regala la BMW onroad, te las regala la HONDA offroad.

Yo nunca habia hecho una ruta exclusivamente offroad. Habia pisado lo marrón para poder llegar a un destino o descubrir algun rincón (la polivalencia de las trail) pero jamás habia hecho una ruta con amigos exclusivamente por tierra. Con la HONDA la hice y a pesar de la preocupacion por la inexperiencia la moto solo me regaló facilidades y una sensación de seguridad y control espectacular.

Hablemos ahora de cómo es ir sobre ella; Su manillar es ancho y esta colocado en una posición elevada. El asiento es mas estrecho y duro que el de la BMW y aunque es cómodo aquí la alemana gana con diferencia. Está en una posición elevada y el deposito sobresale menos verticalmente. Pero el conjunto igualmente te hace llevar una posición cómoda sobre ella, con la espalda, los hombros y brazos rectos. Quizás sea una posicion menos relajada que la que llevarias en la BMW pero para nada es forzada o antinatural. Yo diría que en la HONDA al ir el asiento y depósito algo mas en línea y ser ese asiento mas duro y estrecho con el manillar elevado te da sensación de ir sobre la moto, no formar parte de ella.

En resumen, la Honda es una trail mas deportiva en asfalto y mas ligera en tierra. Menos cómoda para viajar pero mas divertida y juguetona en carreteras reviradas. Estéticamente me tiene enamorado y sin dudas es un juguete. Tampoco la vendería porque me aporta otras sensaciones que la BMW no me da. Fue la que estuvo ahí y me devolvió la ilusión cuando me robaron la BMW. Farah se ganó con creces otro trocito de mi corazón y es parte de mi vida motera.


Concluyendo ambas son la delicia de cualquier motero que le gusten este tipo de motos. Son muy diferentes a pesar de ser ambas maxitrail y, lo que no te da una lo complementa la otra. ¿Cómo podría deshacerme de alguna de ellas? Tengo ahora la suerte de tener ambas en casa y sobretodo puedo permitirme por ahora mantenerlas. Además Buri y Farah son parte de mi, les tengo un cariño que solo los moteros podemos entender por estos hierros. Así que cuando me vuelvan a preguntar qué voy a hacer con dos motos «iguales» mi respuesta seguirá siendo la misma, -¡Disfrutarlas!-.


 

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  Me llamo Matías Herrera Pérez, nací en Santa Cruz de La Palma el 24 de abril de 1982. En el seno de una familia trabajadora; padre agricultor y madre ama de casa. Solo tengo una hermana y, yo soy el pequeño de la familia. Estudié, trabajé y oposité al Estado buscando una estabilidad laboral y económica que llegó con esfuerzo y sacrificio. Los primeros destinos laborales me llevaron por diferentes puntos de la geografía española como; San Pedro del Pinatar (Murcia) y Cella (Teruel). A los pocos años regresé a la isla que me vio nacer, pero lejos de ser feliz decidí  pedir un nuevo destino, hacer las maletas y, empezar una nueva vida. Ahora resido en la isla de Tenerife y, por fin me siento libre. Me apasiona capturar momentos, ya sea con el propio teléfono móvil o con mi cámara de fotos y, por supuesto viajar; Conocer nuevos lugares y rincones de este mundo, en moto o con mochila y, acompañado por mi mejor tándem, mi pareja.