Hay costumbres que no deberían perderse. Es como dar las buenas horas al entrar en un lugar concurrido por más personas. Como ceder tu asiento a una persona mayor, con alguna minusvalía física o una embarazada. No sólo es por ética o moral, es por educación y empatía.
Es, o era, muy típico en el mundillo motero, realizar una V
con los dedos índice y corazón a modo de saludo al cruzarte con otro compañero
sobre dos ruedas. Es cordial y símbolo de compañerismo, pero últimamente mis
V’s no son devueltas.
Recuerdo en mi pasado viaje a la península ibérica como cada
saludo era correspondido. Incluso tengo grabada en la mente como un hombre en
una moto similar a la mía correspondía mi saludo efusivamente con el puño en
alto a modo de victoria. Fue un diálogo mudo de pocos segundos en el que nos
entendimos a la perfección, ambos cumplíamos un sueño y eufóricos nos lo
hicimos saber.
No sé qué ocurre aquí, pero de 10 compañeros moteros, te
devuelven el saludo 3 o 4. ¿Se están perdiendo las buenas costumbres moteras?
Es cierto también que el casi habitual buen clima de aquí te permite usar la moto
todo el año y, quizás sature a muchos moteros el hecho repetitivo y constante
de ir saludando a todos y cada uno de los compañeros que se cruzan en ruta o,
quizás sea que sí que se están perdiendo esas costumbres que nos identifican y
representan.
Somos moteros, pero no dejamos de pertenecer a una sociedad
cada día más egoísta, individual y aislada. Nos unen cada día más las redes
sociales mientras se ven distanciadas nuestras relaciones más personales con un
café sobre la misma mesa.
Mañana cuando salga con mi moto, volveré a hacer una V con mi índice y mi corazón al cruzarme contigo que vas sobre una motocicleta y, volveré a esperar con ilusión tu respuesta, porque si me quedo aferrado al manillar sentiré que navego en esa fría indiferencia.
| Con Alicia Sornosa primera mujer de habla hispana en dar la vuelta al mundo en moto |
Comentarios
Publicar un comentario